lunes, 30 de noviembre de 2009

MILICIANO Y MAESTRO

Hace tres lustros… desde Buenos Aires informan "Jorge Abelardo Ramos ha fallecido". Hoy evocamos la sensación de abandono que su viaje al Más Allá produjo a quienes, en Chile, somos sus discípulos. Argentino argentinísimo, como José de San Martín, tuvo una concepción continental de patria. Fue, en consecuencia, un cruzado de las tesis del nacionalismo iberoamericano. Su trayectoria pública se inicia al adherir a la neutralidad en el II Guerra Mundial. En esa línea –aunque proveniente de la vertiente marxista- coincide con el nacionalismo aristocrático del Río de la Plata y, de modo particular, con la clase militar. Su trayectoria está jalonada de fecundas peripecias en la prensa, la política y la historiografía. Comienza al sumarse a la gesta justicialista del 17 de octubre de 1945.

“Los trabajos y los días” del tenaz gladiador se centran en la empresa de reintegrar nuestra América. En la esfera de la cultura entabla guerra contra el eurocentrismo. Promueve la autoctonización de las tesis de Carlos Marx. Aun más, propone amalgamarlas con el plan de Simón Bolívar. Formula la teoría, según la cual Iberoamérica es una meganacionalidad desmembrada tanto como, en el XIX, la Alemania prebismackiana o la Italia pregaribaldina. En la empresa funda revistas y periódicos, sellos editoriales y organiza el Partido Socialista de la Izquierda Nacional así como después el Frente de Izquierda Popular. En su producción figuran textos como “Marxismo de Indias” e “Historia de la nación latinoamericana”. Postula a la Presidencia de la República y se desempeña como embajador en México.

El magisterio cívico e historiográfico de Ramos irradia –desde Buenos Aires- sobre Suramérica. La originalidad de los enfoques que presenta y el fuego de los argumentos cautiva a lectores y auditores. Círculos de simpatizantes suyos se fundan en Uruguay, Paraguay, Perú y, principalmente, Bolivia y Chile. En la patria de O´Higgins hay quienes admiramos aquella vida sin tregua consagrada al ideario nacionalista continental. En la brega cotidiana se le evoca –irónico e imperioso, siempre erguido y palpitante- encabezando la patriada como miliciano corajudo y maestro carismático. Lo sentimos vivo –aquí y ahora- en los afanes y desvelos de la hora presente. Hoy –por sobre disidencias y postreros errores- en el 15º aniversario de su deceso, manifestamos: “¡Honor a su memoria!”

1 comentario:

Raul Perez Hansen dijo...

Yo también fui, soy y seré un seguidor del "Colorado" Ramos y la tesis de la izquierda nacional latinoamericana.
Desde Bolivia, donde resido hace 34 años, le envío un afectuoso abrazo latinoamericano.

Raúl Pérez Hansen