domingo, 24 de febrero de 2013

XENOFOBIA... NUEVOS APUNTES



Denuncia de fobia a peruanos en Metroestción Patronato de Santiago
Inyectar odio a las repúblicas vecinas no es práctica sólo de las FFAA chilenas. Cada patria hace lo propio,en Bolivia se estimula la fobia a Chile y en Perú a Ecuador. Las emisoras de Quito proclamaron hasta tratado Mahuad-Fujimori "¡Tumbes, Jaen y Mainas son suelo ecuatoriano usurpado!". En Argentina la preparación de policías  incluye estribillo antichileno. En el Festival de Viña del Mar se abuchea a los artistas de Argentina y en los match de fútbol se corean -a propósito de Malvinas- consignas que agravian a los trasandinos. En Centroamérica los "ticos" desprecian a los "nicas" y todos los centroamericanos se alimentan de desconfíanza en relación a los "chapines", gentilicio folklórico de los guatemaltecos. Ello porque, Guatemala fue Capitanía General e intenta  -de Morazán a Arévalo-  federar al Istmo. No obstante, se fomenta la desconfianza respecto a México y se enseña que el Presidente Justo Rufino Barrios habría entregado al país de Cárdenas la mitad de Yucatán.  El Salvador desprecia a Honduras y ésta teme a áquel. Ello explica reciente guerra. Panamá acentúa su excepcionalismo "descolombianizandose" y se exhibe ajena a América Central... Suma y sigue.

Xenofobia no conoce fronteras éticas
La xenofobia manifiesta, en la esfera del sentimiento y las creencias colectivas, el fraccionamiento del bloque sociopolítico fundado por Carlos V y Felipe II. Se sabe, los libertadores -consolidado el proceso emancipador- tratan de impedirlo, pero "aran en el mar".  De poco sirve la comunidad de sangre, lengua y fe. Se imponen las elites locales -todas blancoides- que administran las bisoñas  repúblicas como predios propios. No sólo "vencen"a los libertadores que intentan integrar, sino también "convencen" a la población. Lo consiguen usando la escuela, el cuartel, la prensa... Ya en el XX caen -sin obstáculos- sobre la radio y la TV. Manejan todas las herramientas de educación sistemática y ambiental. Cada Ejército nutre a sus "pelaos", "congrios", "colimbas", "cachacos" ... de odio a los países vecinos. Ese pseudonacionalismo lo refuerzan las Facultades de Derecho al  enseñar: "el Estado es la nación jurídicamente organizada". Cada república entonces es una nación y los vecinos son extranjeros y enemigos. El único nacionalismo válido es aquel de raíz inmediata y de "nacionalismo andino", "rioplatense", "istmeño" o "iberoamericano".  ni hablar. 

Bolivia: el Oriente blanquista es xenófobo respecto a los
 bolivianos andinos
Convencer es tarea educativa y, por favor, entiéndase que lo educativo no siempre es algo positivo, beneficioso, enaltecedor. También se educa para el odio, el desprecio, el asesinato. En esta esfera sacralizando el desmembramiento y condimentándolo con desconfianza, recelo, desdén no sólo están el teniente y el sargento, sino en el maestro de escuela y el catedrático, el periodista y el "rostro" de la TV, el dirigente del deporte rentado y el político de oficio, el "pije" y el "patipelado".  Unos y otros incentivan o toleran el chauvinismo, es decir, la patriotería que si no es agresiva es resentida. La cartografía juega su rol y los diseños de mapas alimentan querellas límitrofes. Estas suelen implicar guerras que incrementan en los que triunfan un "triunfalismo atropellador" y en los que son derrotados el "resentimiento revanchista". En ambos se empuja un armamentismo que empobrece a la masa y enriquece a segmentos de la elite con "coimas" de los proveedores de artefactos bélicos. Las derechas están comprometidas con el turbio negocio y las izquierdas no se atreven. por la posible pérdida de sufragios, a vulnerar tabúes.

Brote de fastidio argentino ante inmigración boliviana y
paraguaya
La xenofobia retrocede con motivo de la conmemoración de la batalla de Maipú, pero avanza con el forcejeo del Beagle. Eso implica argentinofobia en Chile y chilenofobia en Argentina. El asunto del mar nos genera un clima de tensión con Bolivia. Costó un siglo que aquí se aceptara como un hecho la condición oceánica del país de Evo. Se expresaba "Bolivia nació sin litoral". Ahora ya no es un delito abogar por poner fin a esa mediterraneidad fruto abominable de la agresión anglochilena de 1879. Esa xenofobia cuyas  expresiones menos solapadas se destacan coinciden -como en el caso de Panamá- con el afán de excepcionalismo. Se trata de ignorar u opacar las vinculaciones y de ensanchar las diferencias. Eso conduce a generar una microidentidad que singulariza a cada Estado. Así el sólo acento del castellano rioplatese suena antipático  a la oreja mapochina. Años atrás el excepcionalismo uruguayo cristaliza en la consigna "¡como el Uruguay no hay all right!". En Chile el insularismo se expresa en la convicción el país es "distinto, distante y superior". Costa Rica se juzga asimisma la única república blanca en el Istmo y su pabellón es diferente al de las otras cuatro repúblicas que ostentan los colores argentinos. 

Esta situación permite a consagrados tratadistas  sostener "en Iberoamérica el Estado forja a la nación". Eso es falso, pues la nación es un dato sociológico que antecede al Estado. Lo que los Estados han hecho -se reitera- es fomentar el distanciamiento de cada exprovincia indiana con la patria vecina imponiendo fronteras con centinelas armados y aduanas de puntillosos funcionarios. Así se  trancan la libre circulación de personas y mercancías. Argumentos:-terrorismo, drogas... La metralleta y el sello están allí para indicarnos que estamos desmembrados. Imposible transitar de uno a otro país -sin cumplir con esa liturgia balcanizadora. Ahora comprendo por qué Haya de la Torre elogia al contrabandista como un partisano de la recuperación de la unidad estropeada y un agente de la reintegración. La extirpación de  la xenofobia -patrioterías, chauvinismos, pseudonacionalismos en el contexto iberoamericano- es emprender una campaña de educación bolivariana cuya potencia y durablidad depende que la asuma una república en particular. El grito individual -tipo Ugarte- es testimonio inspirador y  la acción de grupos políticos -ayer el APRA u hoy la Izquierda Nacional del Río de la Plata- son importantes, pero es clave  un Estado -como diría Ortega en la "España invertebrada"- "empapado de talento nacionalizador". 

Contrapartida: también se registran manifestaciones adversas
al racismo y la xenofobia
Lo son, el XVI, Castilla en España, en el XIX Piamonte en Italia y Prusia en Alemania. En el XIX iberoamericano se pasman la Gran Colombia, las Provincias Unidas de Centroamérica y la Confederación Perú-Boliviana. El XX observa otros dos tropezones Haya de la Torre abandona su proyecto y se derrumba el ABC de Perón. Hoy -digamoslo aunque mortifique a varios- Chávez "descubre" el mensaje de Jorge Abelardo Ramos demasiado tarde. Quizás un chavismo sin su caudillo pudieran comprometer a Venezuela en la tarea de coaligar nuestra América. Esa es la cirugía adecuada para erradicar la xenofobia,  epidemia extendida en toda la Patria Grande. Brota como consecuencia -se insiste- del sismo que implica una emancipación que trae consigo la anarquía. Esta se da en vertical al enfrentarse castas y razas y en horizontal  al distanciarse, odiarse y hasta agredirse patrias fraternas como si sus nativos fuésemos de la raza de Caín.

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