lunes, 3 de junio de 2013

COLON: DEBATE

En ningún Departamento de Historia de las UU el tema se conoce. Lo que afirmo lo doy firmado ante notario. Allí estarán los catedráticos -en medio  de un diluvio de fotocopias- con Leon Homo, Colinwood o Fustel de Coulange explicando un ayer sin raíces y mutilado de presente. No habrán anclado, para nada su atención en la polémica trasandina entre la Presidenta Fernández y el alcalde Macri. La controversia es que la mandataria pretende desmontar el monumento a Colón y poner en su lugar otro que donado por Bolivia con la representación de Juana Azurduy, guerrillera chuquisaqueña de la Independencia... Más allá y por sobre la querella legal pareciera que el asunto encubre el afán "progre" de lapidar nuestras raíces exaltando sólo lo aborigen mientras se borra el legado ibérico.


Nos preguntamos ¿cómo la patria de Evo con tanta falencia económica se permite obsequio tan millonario? ¿Hasta dónde el contrapunto Fenández-Macri autoriza a "desmontar" la estatua del Descubridor cuya intuición y audacia permiten la incorporación del Nuevo Mundo  a la Historia y, específicamente, fundar Hispanoamérica? En la gigantesca Argentina ¿acaso no hay espacio para la instalación de la nueva escultura? El hecho impulsa a recordar que un edil retira de la  Plaza de Armas el monumento de Pizarro y por las calles caraqueñas, chavistas esquizoides, hace ya un lustro, arrastran un busto de Colón y que los mexicanos se enorgullezcan que, en su suelo, no hay ningún bronce o mármol que hoimenajee a Hernán Cortés... El Instituto "Dorrego" de Revisionismo Histórico nos debe una opinión sobre la materia.


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