EXONERADOS Y UNIVERSIDADES

Edificio histórico de la U de Ch. La funda el venezolano
Andrés Bello

1973...el régimen que depone a Allende visualiza las UU como bastiones del marxismo. Cae sobre las pocas que -en ese momento existen- y procede, stalinianamente, a depurarlas. Investidos de facultades plenas -por una puerta-  ingresan rectores delegados,  interventores y fiscales. Por otra, los nuevos académicos -designados "a dedo"- para reemplazar a los destituidos. No sólo eso, se desmembra a la Casa de Bello. Sus sedes de provincia se convierten en Universidades regionales y la misma estructura capitalina es fragmentada. Por ejemplo, el Pedagógico -conocido como Campus Macul- se convierte en Academia y después en UMCE. Aquello fue el imperio, al comienzo, del terror y luego -por dilatado lapso- del temor. Hubo, por cierto, también alumnos sancionados. Todo esto es un capítulo oscuro de nuestra historia cultural.. 

1990... los excluídos  -después de una carrera de varios peldaños y sujetos a concursos- no  recuperan sus cátedras.     Son víctimas de tramitación "democrática" del ministro Ricardo Lagos.   Se les  juzga desactualizados. Tampoco se les rejubila. Menos se les indemniza. Ni hablar de restitución de honores comolo hubo en la FACh con oficiales que rechazan plegarse al Golpe.       Decretos los convierten en "exonerados": esto les permite sumar  a la jubilación tan prematura como impuesta unas  "chauchas" generadas por las leyes 19.234 y 19.582.    La   Concertación,  en 20 años,      no corrige los atropellos académicos bosquejados.  Los catedráticos ingresados "por la ventana" se    atornillan y las jornadas completas se confieren, frecuentemente, a doctorados por la Stasi en la RDA. Incluir estas materias, a propósito de los exonerados tramposos, es un deber de La Moneda.