lunes, 15 de agosto de 2016

LA ESPADA DE BULNES

No es "espada", sino sable. Su empuñadura, de oro con incrustaciones de diamante, sin duda, una valiosa obra de arte. Es premio que obtiene el general Manuel Bulnes a propósito de la victoria de Yungay   sobre   las tropas del Protector Andrés Santa Cruz.      Con ese entrevero culmina la Guerra de Chile contra la Confederación Perú-Boliviana (1836 a 1837). Nuestra ciudadanía desconoce esa conflagración que urde Diego Portales o la visualiza como un episodio de la Guerra del Pacífico (1879 a 1883).

La dicha reliquia permite comentar que se trata de  recompensa. Se  la entrega el general Agustín Gamarra, líder de los peruanos enemigos del proyecto crucista de integración andina. Ese personaje, proclamado Presidente, también designa a Bulnes como Gran Mariscal de Ancach. La espada hurtada se confunde con otra que, por acuerdo, del Poder Legislativo de Chile,  también se habría obsequiado al vencedor de aquella jornada bélica que se convierte en Presidente de Chile en decenio 1841 a 1851.

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